Organización territorial (feature classes y servicio WebGIS)
La organización territorial de los dominios españoles en América es marcada por una congruencia imperfecta de conceptos administrativos (audiencias, gobernaciones, corregimientos, tenientazgos…) y conceptos territoriales (reinos, provincias, partidos…), y con un alto grado de variantes e idiosincrasias regionales.
Por esto, era necesario decidir entre perspectivas muy diferentes y generalizar para poder reconstruir la organización territorial bajo un equema único. No se trata, en ningún modo, de una visión única o sujetiva. Se trata de un ensayo de identificar mecanismos y relaciones generales, encontrar una lógica que se ajusta de manera aceptable al número mayor de casos, y luego aplicarla. Se explicará con más detalle el razonamiento de reconstrucción en las páginas individuales de las capas.
Las capas en el del webgis en el servicio “organización territorial” son:
Particularidades
La falta de jerarquías claras en los diferentes aspectos de gobierno, así como la múltiple naturaleza de la organización territorial yuxtapuesta o solapante según articulaciones del poder real (gobernaciones, corregimientos…), articulaciones de la república (audiencias, cabildos, alcaldías; república de españoles y república de indios), señoriales, militares y religiosas (territorios de misión) hacen imposible una reconstrucción territorial en forma de concebir entidades con subdivisiones que contienen más subdivisiones, etc. Varios detalles como la entidad entitulada para el nombramiento (un gobernador nombrado por el rey tenía otra posición que uno nombrado por el virrey) podían alterar tanto el estatus del funcionario como la percepción del territorio de su jurisdicción.
Por esta causa, la reconstrucción no se organiza simplemente en forma jerárquica. En cambio, cada entidad territorial-administrativa puede tener diferentes expresiones territoriales en más que una capa (como “provincia” y como “jurisdicción”, por ejemplo).
El principio rector para la reconstrucción era el de “crear diferencia”. Es decir, si una región contó con un sistema administrativo muy complicado, con jerarquías y definiciones territoriales diversas, tratamos de representar el mayor número posible, mientras que en otras regiones, algunas capas no difieren mucho. Además, por esta razón, a veces parece haber entidades poco comparables en alguna capa.