Presentación: Norte de reconstrucción

En el marco del proyecto se crea un diccionario geográfico de lugares (gazetteer) y una reconstrucción territorial de la América hispana entre 1701 y 1808. Esta presentación pretende dar una idea general de las metas, los procesos de trabajo, las fuentes principales y los métodos usados. Tres principios básicos nos sirven de guía en todo el proceso de reconstrucción.

a) Continuidad: Cuando no tenemos la información correspondiente, asumimos que una situación encontrada para cierto momento se deja proyectar hacia el pasado y futuro. Aun así, en cada cada situación tratamos de ubicar fuentes para diferentes momentos y comprobar y ajustar, pero no cambiar el principio. La relativa estabilidad de las estructuras territoriales coloniales permite seguir el principio. Para muchos países también fue posible usar las actuales divisiones municipales como punto de partida por existir una alta continuidad de las estructuras (una notable excepción es México).

b) Preexistencia implícita: Relacionado con el primer principio, éste consiste en presumir que un límite, que en un principio fue indefinido y que se define en un momento (a raíz de un litigio o algo similar), tiene una preexistencia implícita, siempre que la definción no cambia una previa o que las realidades (por ejemplo lugares anteriormente poblados) no indiquen otra situación.

c) Límites pragmáticos: Como también señalamos en nuestra advertencia general, nuestro interés se centra más en la práctica administrativa que en los títulos jurídicos. Así, si un lugar fue administrado por la entidad administrativa A aunque por alguna definición anterior caía dentro del territorio de la entidad B, aceptamos su pertenencia plena a A siempre que durante la época colonial no hubiese habido litigios sobre el área.


A Trabajo en progreso 1: Los lugares

Uno de los dos ejes de la base de datos es el gazetteer, término que designa a un "diccionario geográfico", aunque hay que advertir queen un principio se trata sobre todo de una tabla con información reducida sobre cada lugar.

Imagen: Mapa crudo de los lugares poblados localizados para marzo 31, 2015.



1. Compilar topónimos. a) Descripciones, relaciones y diccionarios histórico-geográficos de la época

1. Compilamos topónimos de lugares poblados existentes en 1701-1808, a partir de una variedad de fuentes, como:
a) Descripciones, relaciones y diccionarios histórico-geográficos de la época

Imagen: Antonio de Alcedo, Diccionario geográfico-histórico de las Indias Occidentales o América, tomo II (Madrid 1787).


1.b Listas de tributo, censos, padrones

b) Listas de tributo, censos, padrones coloniales, así como cuadros y listas en monografías que se basan en tales documentos.

Imagen: Günter Vollmer, Bevölkerungspolitik und Bevölkerungsstruktur im Vizekönigreich Peru zu Ende der Kolonialzeit 1741-1821 (Berlín/Zurich 1967).


1.c Mapas de la época

c) Mapas de la época.

Por supuesto, usamos también mapas de la época para identificar lugares existentes. Sin embargo, hay que tener cuidado especialmente con los mapas impresos (y más aún los producidos en Europa, por cartógrafos extranjeros), que muchas veces muestran lugares que ya no existían. Los mapas manuscritos a escala pequeña y producidos por instituciones administrativas o eclesiásticas suelen ser los más fiables y actuales.

Imagen: Carta topográfica de la provincia de Huambos (Codex Trujillo del Perú [1786], Volumen I, f. 85r ; digitalizado en Cervantesvirtual), elaborada por orden del Obispo de Trujillo Baltasar Jaime Martínez Compañon.


2. Localizar lugares. a) Servicios de mapas

2. Tratamos de localizar y dotar de coordenadas a estos lugares, usando varios métodos:

a) Comúnmente asumimos una continuidad espacial de lugares homónimos de hoy y en la base de datos.
Para las coordenadas, usamos geoservicios o de institutos geográficos nacionales (INEGI en México, INEI en Perú...) o servicios como Bing, OpenStreetMaps, Google-Maps, etc.

Imagen: Resultado de búsqueda por Jocopilas, Guatemala en OpenStreetMap.


2.b Refinar localizaciones sobre el mapa satélite

b) En caso de localizaciones dudosas, dadas por algunos de esos servicios (p.e. coordenadas demasiado generales como 23.66667°S, 76.9°W) verificamos las coordenadas sobre imágenes satelitales y las ajustamos donde sea posible.

Imagen: El lugar de Jocopilas aparentemente está bien localizado en OSM.


2.c Localizar agarrándose a cualquier cosa

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c) Cuando la búsqueda en tales servicios falló, tratamos de adquirir información acerca del lugar por cualquier otro medio. Por ejemplo, a veces sirvió buscar en el mapa satelital de Google Maps en las cercanías de lugares vecinos: fotos de usuarios locales muchas veces revelan topónimos que no se encuentran en los servicios mapa en la red.
Imagen: Captura de pantalla de Google Maps. No logramos ubicar "Chinquinrilca, anexo de Anco/Huamanga" en ninguna base de datos. Sin embargo, en Google Maps, al norte de Anco, alguien había publicado una foto entitulada "Amanecer en Chiquintirca".

2.d Teléfono descompuesto

d) Muchas veces, la localización o la identificación de un lugar se ve dificultada por la existencia de variantes y errores. A veces se refiere a un lugar por su nombre y por el santo de advocación de su iglesia, o hay variantes de "ortografía". A esto hay que sumar los frecuentes errores que los mismos compiladores de la época, los copiadores y también los editores modernos cometían en el proceso de transcripción. Así, en nuestra tabla, anotamos también variantes de topónimos encontrados en documentos modernos y de la época.

Imagen: Extracto de la tabla de nuestro gazetteer.


2.e Localizar: teorías de relatividad

e) El próximo paso para lugares aún no identificados fue ubicarlos aproximadamente según su posición relativa con otros lugares y elementos físicos, ya sea usando mapas georeferenciados o textos. Tuvimos que recurrir mucho a este método especialmente en zonas de misiones selváticas.

Imagen: Mapa de Sandra Negro Tua, "Destierro, desconsuelo y nostalgia en la crónica del P. Manuel Uriarte, misionero de Maynas (1750-1767)" APUNTES 20, 1 (20), p. 92-107 georeferenciado, shapefile de los ríos de la zona y una página de Jesús San Román o.s.a., Perfiles históricos de la Amazonia peruana (Iquitos 1994), que contiene descripciones de la ubicación de las misiones.


3. Agregar información

3. Al registrar un lugar nuevo o usando documentos adicionales, incluimos información adicional sobre los lugares, como la fecha de fundación, de su abandono, de cambios de categoría (de poblado a villa, etc.).

Especial relevancia tiene la posición de los lugares en la jerarquía eclesiástica, si fueron sedes de curatos, doctrinas, misiones, meros "anexos" o si carecieron de iglesias o capillas. Idealmente, usamos historias eclesiásticas regionales o un documento muy tardío y uno muy temprano como puntos de partida e investigamos la creación de cada curato. Sin embargo, esto es posible solo para algunas regiones, y seguramente la información está aún plagada de errores, por lo que este aspecto ofrece amplio espacio para contribuciones y mejoras por parte de terceros una vez establecida la aplicación WebGIS.

Imagen: Páginas de Fernando Navarro y Noriega, Catálogo de los curatos y misiones que tiene la Nueva España en cada una de sus diocesis (1813, ed. de 1943).


4. El gazetteer

4. Así, la tabla final del gazetteer contiene muchas columnas adicionales: variantes del topónimo, nombre actual, pertenencia a partidos, provincias y regiones normalizadas, grado de certidumbre en la localización, método empleado, etc.

Cada lugar puede tener más que una línea en el gacetero, según cambiaba de lugar, "categoría de lugar" o "categoría eclesiástica", pero hay una rúbrica que enlaza las diferentes instancias de un mismo lugar (GZ_ID).

Imagen: Tabla del gazetteer.


B Trabajo en progreso 2: Los territorios

B.) El segundo eje del proyecto es la reconstrucción de los territorios administrativos y algunas veces los "vernáculos" de la América española. La administración del Imperio fue multifacética y variaba mucho según las circunstancias accidentales de cada región: se basa en "átomos territoriales" a veces diferentes para la administración civil, jurídica, militar, de hacienda o eclesiástica, sometiéndose solo una parte de una jurisdicción a una instancia superior y otra parte a otra instancia, etc.

Por esta causa, nos acercamos al problema identificando territorios LCG (least common geometry), que son areas que no difieren, en ningún momento entre 1701 y 1808, por su pertenencia a unidades administrativas/territoriales en ningún nivel jerárquico de los reconstruidos.

Imagen: Los territorios ("polígonos") LCG para marzo 31, 2015.


5. Identificar las entidades administrativas

5. Para una reconstrucción territorial-administrativa, antes que los territorios es necesario identificar las diferentes entidades administrativas existentes (y relevantes para la organización territorial) que los estructuran: audiencias reales, virreinatos y capitanías generales, gobernaciones, alcaldías mayores, corregimientos, tenientazgos de gobierno, intendencias, subdelegaciones, etc. También trazamos cambios de nombre, de título, de cabecera/sede de la entidad, etc.

Imagen: Extracto de la base de datos de las entidades administrativas. Cada entidad tiene un identificador único, un título, nombre, lugar cabecera y fechas entre las que esta información fue válida. En caso de reformas, definimos una continuidad entre dos entidades cuando una se abolió y otra se creó en el mismo nivel administrativo, con la misma cabecera y sobre un territorio similar. Así se explica que en la base de datos la "provincia" de Tucumán termine con la introducción de las intendencias de Salta y Córdoba, mientras que las provincias de Río de la Plata y de Paraguay simplemente cambien de título y nombre.


5.a Las fuentes textuales

a) Para algunas regiones existe literatura histórico-geográfica sólida que permite una reconstrucción del desarrollo institucional-territorial en la totalidad del período: por ejemplo, para Nueva Granada, Marta Herrera Ángel; y para Nueva España, Peter Gerhard. También, para diferentes puntos en el siglo XVIII, hay “clásicas” geografías históricas de la época que tratan de la historia institucional-territorial, como por ejemplo Domingo Juarrós (para Guatemala) o Juan de Velasco (para Quito).

Imagen: Juan de Velasco, Historia del Reino de Quito en la América meridional. Historia moderna (original de 1767, ed. de 1842), p. 86.


5.b Guías de forasteros

b) Más fiables que los trabajos históricos o pseudo-históricos de la época son los documentos que revelan información acerca del momento de su publicación. Para finales de la época, existen “guías de forasteros”, "calendarios manuales, "almanaques", etc., que son anuarios que revelan el “quién es quién” de la administración - y la subdivisión del territorio.

Imagen: Subdelegaciones de Durango según las guías de forasteros para México para 1792 y 1809.


5.c Nombramientos y títulos

c) Asimismo, nombramientos y licencias de pasajeros otorgados a administradores y emitidos en España, archivados en el AGI de Sevilla, revelaron uniones y separaciones de cargos para varios territorios. Sin embargo, las autoridades supremas indianas nombraron más funcionarios de distritos que las de España, por lo que se debería indagar directamente en un alto número de archivos americanos para una reconstrucción completa de este tipo de fuente.

Imagen: Resultado de búsqueda en el sistema online de archivos españoles (PARES). Por lo menos ya para la década de 1710 (y para 1737, aunque esta búsqueda no lo muestra), había nombramientos para una jurisdicción conjunta de Tepexi de la Seda y Guatlatlauca. Estos nombramientos muestran que Peter Gerhard (apoyado en el Teatro americano de Villaseñor y Sánchez) se equivocó al hablar de una unión entre ambas entidades solo entre 1743 y 1770.


5.d Jerarquías

En el siglo XVIII, no existió un sistema homogéneo de la administración – y menos aún de la que constituía el eje de la concepción territorial. Existían cuatro ramos de gobierno (policía/gobierno, guerra, justicia, hacienda), la Iglesia católica como “quinto ramo” (a través del vicepatronato real), dos repúblicas (de indios y de españoles) con sus cuerpos de representación - cada uno con sus propios ámbitos territoriales. Añádese la frecuente unión de cargos de diferentes niveles y ramos en una misma persona. Esto lleva consigo un número de actores concurrentes, sobre bases territoriales solapantes, y con un número oscilante de jerarquías más o menos rígidas. Para poder representar esta estructura de alguna forma en un GIS, fue necesario definir un número de niveles territoriales y elegir sus elementos según la constelación particular existente en cada área.

Imagen: Idea de las jerarquías, actores y frecuentes uniones de cargos de la administración territorial colonial.


6.Los territorios. a) Gazetteer y municipios

6. A causa de los solapamientos, nuestra base territorial no puede ser ningún elemento preciso, sino que definimos áreas homogéneas en todos los aspectos y niveles de reconstrucción durante todo el período. Este método se conoce como "geometría común mínima" (LCG; least common geometry). Sin embargo, para crearlos, empezamos con los territorios de las jurisdicciones y "partidos" que más frecuentemente estructuran los documentos y procedemos identificando cambios y diferencias a partir de esta reconstrucción inicial.

a) Por causa de la muchas veces deficiente definición de límites entre las jurisdicciones, desde un principio se define el territorio de cada una a partir del conjunto de lugares poblados que contienía. Para aproximarnos, tomamos nuestro gazetteer y datos de los municipios actuales. En este paso, acceptamos la idea general de que cada territorio municipal actual perteneció a una jurisdicción antigua siempre que no haya dos lugares con distintas asignaciones dentro de sus límites. La continuidad entre la estructura moderna y la histórica es muy alta en muchas regiones, y ya se empleó una metodología similar en un estudio sobre los efectos económicos de la mita a largo plazo por Melissa Dell, quien también asumió que existe una alta coincidencia. En todo caso, sirve como punto de partida para luego hacer ajustes donde sea necesario.


6.b Rectificar localizaciones

b) En los casos en que dos o más pueblos con diferentes asignaciones jurisdiccionales compartan un territorio municipal, primero verificamos las localizaciones de los lugares en cuestión.

Imagen: Según los geoservicios, el lugar de Amparaes, anexo del curato de Challabamba, en la jurisdicción de Paucartambo, tiene coordenadas que lo ubicarían en el municipio de Calca, que corresponde a la jurisdicción de Calca y Lares. Aunque no hemos logrado localizar el lugar con exactitud, sí hemos comprobado que está en el oeste del municipio de Challabamba, y así corregimos las coordenadas un tanto hacia el este.


6.c Dividir municipios

c) Cuando no hay (mayor) duda de que los lugares están bien ubicados, dividimos el municipio según la topografía. La mayoría de las veces, usamos líneas rectas para subrayar la arbitrariedad; sin embargo, también ayudaron en el esfuerzo las divisiones de cuencas hidrográficas, los ríos y el mapa satelital. El principio seguido es segregar lo menos posible (y hacerlo prudentemente) de un municipio para hacer el ajuste.

Imagen: Los pueblos de San Diego y Chaguite fueron transferidos de Escuintla a Chimaltenango, probablemente en la década de 1770. Hoy vuelven a formar parte de la municipalidad de Escuintla. Para dividir el municipio, simplemente usamos dos líneas rectas.


6.d México - generalizar y sintetizar

d) A diferencia de la mayoría de los países estudiados, la estructura municipal de México no coincide tanto con las coloniales. Parece que especialmente las unidades agrícolas y otras propiedades completas fueron adjudicadas a municipios en algunos momentos pos-revolucionarios, lo que creó un mapa que no permite seguir la misma metodología. Así, para llegar a un mapa de las jurisdicciones tuvimos que recurrir a un proceso sintético para crear uno de suficiente calidad.

Imagen: A la izquierda: el gazetteer, los mapas de Gerhard y Tanck, divisiones de cuencas hidrográficas, ríos y municipios superpuestas. No incluimos el mapa satelital, que hubiera vuelto ilegible el mapa.
A la derecha: Los límites recreados sobre esta base. Para nuesta digitalización, hicimos visibles o invisibles los variados layers (capas) según necesidad.


6.e Horror vacui

e) Un mayor problema es que, usando el método esbozado, muchos municipios quedan fuera de la reconstrucción por no contener ningún pueblo o poblado del gazetteer. Muchas veces la pertenencia a provincias actuales, la posición relativa a otros municipios o similares argumentos hacen clara la pertenencia, pero en otros casos no es tan evidente, ya sea porque no coincide bien la estructura a nivel de provincia o porque se trata de un área fronteriza entre jurisdicciones.

Imagen: Parte del Nuevo Reino de Granada reconstruido con nuestro método. Se evidencian largas áreas blancas por no existir lugares del gazetteer dentro de sus territorios municipales. Para llenar el vacío se necesitan otras fuentes.


6.f Comprobar los límites con fuentes textuales

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f) A pesar de la relativa confiabilidad de este método puede ocurrir que las definiciones de límites coloniales diverjan. Como ya indicamos, hay una vasta literatura historico-geográfica de la época, y también reales cédulas y similares documentos jurídicos pueden señalar límites de jurisdicciones y otros territorios. Cuando los definen, es casi siempre enunciando aspectos topográficos como cimas de montaña, sierras o ríos. En los casos en que esta información no coincide con nuestro mapa base, ajustamos los límites de la jurisdicción de acuerdo con la información textual siempre que no haya conflicto con el principio de "límites pragmáticos" (i.e., lugares administrados por otra entidad a pesar de las definiciones).

Aun así, es común que no se definan los límites precisos: o no se dice si un lugar poblado limítrofe cae dentro de una u otra jurisdicción; o una jurisdicción termina "por las montañas", que no necesariamente significa la crestería; o se define la crestería como límite, pero no todo define los límites al norte o al sur de la sierra, etc. En estos casos respetamos los actuales límites municipales (principio de continuidad).

Imagen: La división entre las jurisdicciones de Rancagua en el sur y Santiago de Chile y Melipilla por el norte está definida por el río Maipo. Sin embargo, los modernos municipios de Melipilla e Isla del Maipo incluyen territorios al sur del río, por lo que hubo que ajustar el mapa.


6.g Comprobar los límites con mapas de la época

g) También dan importantes pistas los mapas antiguos que no no es posible georreferenciar y georrectificar (ajustar su contenido a la topografía real) correctamente (o sea, el resultado del proceso resultaría en un mapa ilegible).

Imagen: A la izquierda: Carta topográfica de la provincia de Piura (Codex Trujillo del Perú [1786], Volumen I, f. 79r ; digitalizado en Cervantesvirtual), elaborada por orden del Obispo de Trujillo Baltasar Jaime Martínez Compañon.
A la derecha: Ajuste de los límites jurisdiccionales porque el mapa muestra la costa al sur de la Punta Nunura (casi hasta la isla de "Lobos de tierra") como parte de Piura y el ajuste resultante no contradice el principio de límites pragmáticos (no hay lugar poblado en la zona).


7. Polígonos LCG

7. Como ya señalamos, la geometría LCG representa áreas homogéneas en todos los niveles reconstruidos. Comúnmente, jurisdicciones enteras formaron parte de territorios civiles o militares superiores, con algunas excepciones como el Gobierno de Quijos que fue subordinado a la recientemente creada Comandancia General de Maynas (y por consecuencia a Lima), con excepción del pueblo de Papallacta, que siguió dentro del ámbito de la Audiencia de Quito a pesar de continuar siendo parte de Quijos.

Donde más discrepancias hay en en las estructuras eclesiásticas: lugares de una jurisdicción muchas veces fueron anexos de un curato con cabecera en otra jurisdicción. Aunque no reconstruimos los territorios de los curatos mismos, esto sí influye en la división diocesana. Especialmente en Nueva España había muchas jurisdicciones cuyo territorio fue dividido entre diferentes obispados.

Imagen: En Guerrero y las provincias vecinas, casi cada jurisdicción se encontró dividida entre los obispados de México (rojo), Puebla-Tlaxcala (lila) y Antequera-Oaxaca (verde). Para poder hacer una división fiable hay que identificar los anexos de cada uno de los curatos.


8. Asignar territorio a la entidad

8. Ahora que tenemos las entidades y los territorios, falta atar estos elementos en los varios niveles. Esto lo hacemos con tablas de enlace (linktables) que median entre polígonos y entidades.

Imagen: GUI de la base de datos para la introducción de datos en los diferentes linktables.


9. Atar todos los elementos

9. En la base de datos, todas las tablas (las entidades y sus instancias a través del tiempo, el gazetteer, las fuentes utilizadas, los polígonos, así como los enlaces entre entidades y polígonos en cada nivel) son atadas a través de sus identificadores únicos.

Imagen: Relaciones entre las tablas existentes. Futuros proyectos podrían usar la estructura para prosopografías de administradores, organizar documentos y fuentes según criterios espaciales, organizar datos socio económicos, etc.


10. Primeros resultados

10. Con esta estructura ya podemos visualizar desarrollos usando software offline (ArcGIS Desktop o QGIS), creando mapas y videos.

Imagen: La "provincia" de Puno en tres diferentes niveles, para 1750 y 1800.


11. Lo que queda por hacer

Aparte de completar y comprobar la información presentada, también es propósito del proyecto  crear una aplicación en línea para visualizar esta estructura y para permitir a usuarios agregar información sobre entidades y lugares, refinar la localización y corregir información errónea (por ejemplo en la categoría eclesiástica) en el gazetteer, o marcar errores territoriales (no habrá forma de editar territorios, pero sí para informarnos sobre posibles ajustes). Esta infraestructura se irá implementando paso a paso durante el plazo del proyecto.